Consejos para disfrutar del verano con un/a peque con una enfermedad rara

Mañana comienzan las vacaciones escolares. Este período puede suponer un importante desafío para las familias con un/a niño/a con una enfermedad rara pero también una oportunidad para fortalecer vínculos familiares, fomentar su bienestar emocional y adaptarse a sus necesidades especiales sin dejar de disfrutar del verano.

Nunca está de más recordar algunos consejos:

1. Planifica las vacaciones de forma cuidadosa y con suficiente anticipación

  • Habla con su equipo médico antes de viajar o hacer cualquier plan.

  • Asegúrate de que es seguro y conoce qué situaciones evitar.

  • Elige actividades que puedan adaptarse fácilmente si el niño necesita descansar o cambiar de entorno.

  • Lleva todos los medicamentos, informes clínicos, seguros de viaje (si aplica) y números de emergencia.

2. Elige un entorno accesible y tranquilo

  • Evita multitudes y cambios bruscos de temperatura, ya que muchos niños con enfermedades raras son más sensibles.

  • Busca alojamientos accesibles si hay limitaciones de movilidad.

  • Los espacios naturales, como una playa tranquila, la montaña o el campo, suelen ofrecer calma y una estimulación sensorial adecuada.

3. Programa actividades adaptadas a su capacidad

  • Crea un calendario visual si tu hijo tiene necesidades cognitivas.

  • Prioriza actividades que no requieran esfuerzo físico excesivo, que estimulen el juego, la creatividad y la conexión familiar.

  • Asegúrate que tengan descansos frecuentes y lugares con sombra/refugio.

4. Cuida lo emocional

  • Las vacaciones pueden alterar rutinas que son esenciales para muchos niños con enfermedades raras.

  • Mantén cierta estructura diaria, incluso en el descanso.

  • Valida sus emociones si se sienten cansados, frustrados o confundidos.

5. Crea una red de apoyo

  • Habla con otras familias para recibir consejos útiles e incluso sugerencias de posibles destinos.

  • Informa a quienes te acompañan sobre la enfermedad, para que también puedan apoyar si surge alguna emergencia.

6. Aprovecha para educar sin presión

  • Algunos niños deben continuar con cierta estimulación cognitiva o terapias.

  • Aprovecha el juego como vehículo realizando manualidades, cuentos o juegos de mesa.

    No olvides tu propio bienestar. El cuidado del cuidador es esencial. Intenta descansar, pedir ayuda si la necesitas y no te sientas culpable por querer un respiro.